Escritos, versos, sopas de letras, simulacros literarios, apuntes y machetes

Escritos, versos, alguna que otra novela surrealista, sopas de letras, simulacros literarios, apuntes y machetes.



3.2.12

1º Contrarreloj // receta para romper con el mando a distancia que te controla

1º Contrareloj   // receta para romper con el mando a distancia que te controla

Tarde. Siempre es tarde.
Desde que abres los ojos, la muerte descuenta los segundos a tu vida.
Es la Naturaleza intrínseca en cada ser humano. A cada minuto que avanzas, solo consigues acercarte un poco al final.
Lo natural es innegable, pero por sobre todo es confiable. No debe ser temido.
Entonces…solo debes darte prisa.
()
Cada situación que obstaculiza nuestro andar, es  también la experiencia que debemos aprehender.
Cada momento es una posibilidad para evolucionar.
()
Concebir y comprender este hecho es a la vez un nuevo sendero a la epifanía y el saber.
()
No hay un segundo que perder, y cada instante desperdiciado 
Es un momento vacío
Y en el final de ellos nos avergonzaremos.
()
Hay secretos bajo cada piedra y tesoros a nuestros pies, pero nuestro caminar cobarde, inconsciente, nos aturde de ruidos sordos.
Somos previsibles.
()
Aprende a ser imprevisible.
No te aferres a lo que conoces porque siempre hay mucho más por conocer. Debes darle espacio a lo que viene dejando ir lo que fue.
Exígete. Esfuérzate. Da siempre un poco más…e intenta siempre necesitar un poco menos.
Aprende a compartir.
Apúrate, porque aquello por lo que vas, es lo que verdaderamente te importa.
Si aciertas, te habrás ahorrado tiempo,
y si fallas, también.
Muévete.
La pasividad es inacción.
El estatismo es No hacer. No vivir.
Y para ello, ya habrá tiempo luego del final.
Accionar es iniciar el movimiento.
Reaccionar es acompañar otro movimiento.
Ser  es accionar... 

10.6.11

Realidad Bipolar // La Guerra del Hambre

Realidad Bipolar / La guerra del Hambre


Nadie pudo imaginarlo con la perfección y la magia con que la Madre Naturaleza dibuja sus artísticas obras.

No hubo hombre o mujer alguno capaz de preverlo o deducirlo con suficiente antelación. Yace aquí la ironía precisa.

Lo Irresolutos que podemos ser, aún esforzándonos al máximo por salir de un problema.

La negación humana es capaz de las más silenciosas sorderas y las cegueras más oscuras.

Somos tan obtusos que elegimos obtener la razón antes que obtener la verdad.

El autoengaño, la negación son los verdaderos responsables de esta realidad, donde la razón y la verdad han decidido divorciarse, donde la especie humana ha sido degradada en una guerra, como tantas otras, pero esta por falta de previsión, y de aceptación.

En definitiva, por idiotas.

()

La Naturaleza o el Universo, si quieres, tiene una forma de hacer, de actuar, de exhibirse, de agruparse y de ser.

Le permite ser constante, trascendente.

La materia se agrupa en planetas que al girar sobre un eje, deslizándose simultáneamente sobre sus órbitas, aparentan una circularidad a la vista telescópica, o si queremos ser más simples, nuestro planeta se ve redondo desde el espacio, o así lo testifican quienes pudieron tener el lujo de verlo desde tan lejos.

El círculo, es la perfección geométrica. La coherencia matemática del Todo Aquel del cual formamos parte.

Las ciencias humanas confabularon y se aliaron intentando descubrir el secreto de la madre naturaleza. Matemáticos, físicos, químicos, filósofos, y sabios en general y particular han unido sus fuerzas y transmitido su conocimiento a lo largo de los siglos, intentando dar fe o ser testigos de los movimientos fastuosos y perfectos del universo, de la danza de la vida y la muerte.

Pero del círculo, aún intentamos buscar su cuadratura.

()

Cuando surge el desabastecimiento de alimentos, dentro de una comunidad cerrada, existe la posibilidad de un quiebre.

Ante una ruptura interna, la comunidad cerrada queda dividida en dos bandos:

Favorecidos y desfavorecidos.

En este caso, ante la falta de comida, hablamos de aquellos que tienen más recursos para procurarse de alimentos frente a los que por una u otra causa, no tienen las mismas posibilidades.

Ante la ruptura, la consecuencia es un desequilibrio entre ambos bandos, en lo referente a alimentos.

Hace muchos años que los seres humanos tuvieron esta ruptura dentro de la sociedad que erigieron. El hambre es un mal planetario desde hace mucho tiempo.

Pero en nuestra guerra del Hambre, nos olvidamos que formamos parte de una comunidad cerrada mucho mayor que la sociedad humana.

Planeta Tierra lo llamamos usualmente.

()

La verdad suele ser simple, y es la negación humana quien complica con su miope enfoque la realidad afectada por esta verdad.

El Universo le dio una oportunidad a este planeta, para generar vida diversa. Es lo que nosotros llamamos diversidad, justamente en el momento en que dejó de existir.

La Madre Naturaleza, agradecida seguramente, porque es por todos sabidos que no hay muchos planetas con tanta diversidad de vida girando alrededor del sol o por otras estrellas cercanas, adquirió las mismas capacidades que el Universo.

Y se brindó por hacer de este planeta algo tan bello como el universo que la rodeaba. Se esforzó y lo hizo bien.

Pero en algún momento, sus hijos predilectos le dieron la espalda. Aquellos que debían ser sus más justos defensores, olvidaron las lecciones de humildad, olvidaron el conocimiento esencial que dio paso a la ética y la moral, olvidaron los conceptos de igualdad, de justicia, permitieron la ruptura y los sucesivos quiebres, y hasta perdieron la capacidad del sano juicio como especie. Esa que permite a los gansos volar en perfecta formación, a las hormigas edificar sus hormigueros, a las abejas proteger sus panales.

En definitiva, el instinto u orden natural se nos atrofió. Hace tiempo.

El fracaso como especie fue el factor desencadenante de la Guerra del Hambre.

Irónicamente, nos pasó lo mismo que con el concepto de diversidad. Lo creamos demasiado tarde.

Aunque fuimos la primera especie de este planeta en sufrir desabastecimiento de comida, fuimos la última en aceptarlo.

Y dicho sea, si aceptamos que estábamos inmersos en una Guerra del Hambre, fue porque nos transformamos en alimentos. En comida.

()

Como seres racionales, a lo largo de nuestra historia hemos intentado, de una manera u otra encontrar respuestas a todos nuestros “por qué”.

Al azar, a la suerte, intentamos encontrarle una explicación, calculando las probabilidades.

Pero la suerte no es matemáticas...la suerte es universal.

Esto es bien sabido por la fauna y flora que nos rodean y con la cual convivimos. La naturaleza ha hecho de la suerte universal, un bien perfectamente distribuido, un sistema sostenible per se, y por el universo.

Sin embargo, ahora que nuestro destino como especie parece sellado y nuestra desaparición inminente, sigo sin comprender cómo existen quienes aún se preguntan por qué...y creen que la suerte es un cálculo de probabilidades.

Lamentablemente, fueron los mismos que alentaron la inconsciencia y fomentaron la idea de normalidad ante la realidad que se desmembraba víctima de la verdad irrefutable. Todo, aseguraron, forma parte del cauce normal de las cosas.

A decir verdad...en parte tenían razón. Nada era casual y todo estaba perfecta y minuciosamente planificado.

()

La naturaleza sabe y el universo ha previsto, que en la curvatura del círculo residan todas las respuestas. Y la única.

La continuidad del trazo que moldea el círculo es tan bellamente intencionado como las órbitas de los engranajes subatómicos. La perfección bidimensional que puede precisar un cálculo matemático no explican las perspectivas universales y multidimensionales que dieron finalmente forma redonda a los astros y planetas que observamos.

La perfección de la curvatura en la órbita convexa de un asteroide es la que permite observar a través de un telescopio las fotografías de la espiral surrealista de los gases que dibujan su cola.

A pesar que ahora quedamos demasiado pocos y estamos demasiado aislados, espero no ser el único en conocer esto.

Deseo con lo poco que queda en pie de mi espíritu que algún día la naturaleza nos perdone, y que a los pocos que queden, se les permita sobrevivir.
()

Cuando la temperatura promedio del planeta aumentó, supusimos que subirían las aguas de los océanos, que sufriríamos inundaciones, y agresiones de parte los océanos. Pero no contamos con la suavidad y la perfección del trazo con que planifica la naturaleza, ni con la armonía y coordinación de la orquesta sinfónica conformada por la biodiversidad del planeta, exceptuando claro, al hijo renegado.

Si quieres restaurar la biodiversidad del planeta, lo primero que necesitarás será forestación, mayores espacios selváticos. Y para ello, necesitas humedad. Algo puedes tranquilamente agregar a la atmósfera si lo que precisamente ahora te sobra, es agua.

Los océanos no crecieron jamás lo que supusimos, de hecho, el aumento de la humedad en el aire de manera tan agresiva y repentina generó un cambio completo de la climatología planetaria. En menos de una década pasamos a promediar mas un noventa por ciento de humedad en la atmósfera respirable, o sea, al nivel del mar. Y esto abarcó toda la curvatura del círculo. El planeta entero estaba sumergido en agua, en llovizna.

Las temperaturas se hicieron extremas, pero la humedad generaba que el ser humano las percibiese con mayor profundidad. Vivíamos empapados, o calados por el frío hasta los huesos, o inmersos en un sauna que tumbaba elefantes.

No vale la pena referirse a como este pequeño cambio natural afecto a los bienes y a la sociedad humana en general. A nivel mundial, la sistema que sostenía a la comunidad de naciones y al orden social, colapsó.

Enorme como era, el colapso o la agonía se hicieron infinitos. Aún no pasa un día sin que algún grito aterrador atraviese el horizonte del silencio.

A nivel individual, la madre naturaleza nos robó el alma, el espíritu.

Primero devolviéndonos en enormes y húmedas partículas toda la contaminación que nosotros habíamos escupido al cielo. Hermosa ironía, verdad?

Después de hacer el aire irrespirable, comenzó a mermarnos con viejas enfermedades, que por las nuevas condiciones, ahora eran terriblemente eficaces.

Los primeros en perecer, obviamente, fueron aquellos a quienes habíamos dejado más desprotegidos, los pobres seres humanos que formaban parte del grupo con menos recursos.

Eso le permitió a la naturaleza recuperar terreno.

Las condiciones selváticas dieron fuerza a la milicia de los insectos. Las plagas de hormigas, cucarachas, mosquitos, y demás hordas de 6 o más patas atacaron por todos los frentes.

Acobardados por las condiciones externas, los restos de la sociedad humana habían comenzado a blindarse del exterior, pero de alguna manera u otra, los insecto siempre llegan.
Cuando comprendimos que las condiciones externas habían favorecido el aumento considerable de todos tipo de fauna, además de la flora, fue muy tarde.

Las aves habían comenzado a mostrar conducta agresiva, pero eran los carnívoros, los que comenzaban a asolar las ciudades.

Como un ejército perfectamente sincronizado, la naturaleza exhibía todo su poder y su dominio planetario. Mostraba sus derechos plenipotenciarios.

Los herbívoros arrasaban cualquier tipo de cosechas, los bichos arruinaban todas las previsiones, y los carnívoros dejaron de tener miedo.

La naturaleza no tiene miedo. No calcula probabilidades. Simplemente sabe hacer.

()


Ahora mismo una manada enfurecida rodea mi casa. Puedo distinguir más de cinco especies de carnívoros distintas husmeando entre los huesos de mis antiguos vecinos por un pedazo de carroña.

En cualquier instante mi estómago gruñirá por el hambre, y ese será el sonido más ensordecedor en todo el lado Oeste de la periferia de París.

30.5.11

Realidad Bipolar // La Era de la Estupidez


Nosotros Los Tontos II / La era de la Estupidez

Bajo la oscura noche y rodeado de la espesura, el miedo es un compañero fiel. O lo era... Ahora ya dudo de todo. Es algo inevitable. Y comprensible si uno mira hacia atrás, si se remonta al pasado cercano y menos cercano, e intenta analizarlo, comprenderlo.

En algún momento nuestra especie fue el homo Sapiens. Todos descendiendo de él.  Los antiguos relatos dicen que hicimos de nuestros días, jornadas excitantes, que en los desiertos se edificaban imponentes ciudades, que la gente dormía segura, a cubierto y con aparatos que controlaban la temperatura.
Habíamos conseguido extraer la energía universal de lo que nos rodeaba y nos abastecíamos con ella, dominando las tecnologías.

Ahora, al calor de esta hoguera y la luz celestial de la madre luna, no puedo hacer otra cosa que preguntarme hasta conciliar el sueño.
Ahora que fuimos diezmados por el hambre y las plagas que nos asolan, apenas si me cruzo con alguno de nosotros a lo largo de varios días y noches.
La última vez que compartí una comida o un poco de agua con otro ser humano, fue en la última aldea que habité.

Cuando la Estupidez Crónica comenzó a asolar al homo sapiens, los accidentes comenzaron a sucederse sin posibilidad de interrupción, ni área alguna quedo sin ser afectada.
Aumentaron las cantidades de forma tan ilógica y de manera tan abrupta que ni siquiera dieron tiempo a los líderes de aquellos tiempos para ponerse de acuerdo. Ahora todo parece tan razonable, pero dicen los más ancianos que el caos producido por la Estupidez Humana actuó como una enorme ola barriendo una pequeña playa. Se lo llevó todo.

Al parecer antes vivíamos en millones dentro de las ciudades. Dicen que eso simplemente potenció la gravedad de “los accidentes” y evidenció el virus.
En los hogares la gente se electrocutaba por decenas, en los cielos los aviones terminaban estrellándose al aterrizar o al despegar, simplemente por desacuerdos entre pilotos y copilotos. Los accidentes de tránsito  se llevaban otro tanto. La criminalidad inconsciente se puso de moda. Los criminales se habían vuelto incapaces de darle un sentido a sus hechos. Nadie sabía  ya por qué actuaba como actuaba. 

Pero lo peor fueron los 25 accidentes nucleares a lo largo de un mes. Se lo conoce como El Mes de la Estupidez, que dio comienzo al Año de la Estupidez.

Cuando me criaron en la aldea, me enseñaron que los actos tienen consecuencias. Me dijeron el virus de la estupidez comenzó carcomiendo la atención y el foco de los homo sapiens. El ser humano se hizo distraído, desatento. Incapaces de sentir interés, atracción o curiosidad por cualquier cosa que viniese del entorno. Así se inició El Fin de la sociedad humana. Lentamente fueron rompiéndose todos los pactos y al parecer, todos los conceptos y formas existentes de colaboración entre homo sapiens que existían.

Simplemente, cada uno de los seres humanos comenzó a preocuparse solo por sí mismo, y dejó de atender y relacionarse con su entorno.  Los integrantes de cada familia o estructura familiar dejaron de buscar el consenso, la convivencia, la armonía. Nadie era capaz de hacer nada, salvo para sí mismo. 

Cuando debíamos cumplir el turno de vigilia y controlar que las hogueras nocturnas de la aldea no se apagasen, el viejo chiste decía que debíamos hacer todo lo contrario que el Homo Sapiens: “no razones, no pienses, si no usas la razón, jamás podrás perderla. SOLO Mira el fuego.”

()

La falta de energía en algunos lugares del mundo desequilibró por completo un sistema, que según los últimos sabios, ya estaba pendiendo de un hilo.
Durante los días siguientes comenzó el Desabastecimiento, y al parecer, fueron por esos tiempos en que el Virus de la Estupidez se comió lo que era conocido como Moral humana.

Durante toda mi vida me adentré entre los escombros de las ciudades que encontré buscando saber más sobre la Moral Humana, pero al ser uno de los primeros nacidos en Aldeas, no aprendí ni a leer  ni a escribir.
Los miles de libros que cruzo día a día en mi caminar me son incomprensibles, como a todos los que quedamos.

Al parecer, durante el Desabastecimiento, la comida, el agua y los sustentos energéticos comenzaron a escasear. Y Aquellos que se dedicaban a distribuirlos, comenzaron a discutir unos con otros, olvidando a los verdaderos necesitados.
A mí me fue dicho, directo en mis oídos, en más de una ocasión, la palabra que se utilizaba para resumir en Uno a la Moral Humana. Por esos tiempos estaba prohibido utilizarla en los llamados negocios o conversaciones entre los líderes de la raza humana. Sin embargo yo conozco una frase aunque no entiendo su significado. Jamás la dije en voz alta, pero muchas veces pienso en ella, intentando entender que se encierra tras esas palabras.

Luego de perdida la Moral Humana y en medio del gran Desabastecimiento,  la leyenda dice que fueron las fronteras las que desaparecieron. Los líderes dejaron de respetarse mutuamente y de respetar a la gente. Hubo muchas peleas, grandes peleas que se denominaban guerras. La gente comenzó a huir a las aldeas, que eran y son simples establecimientos precarios, pero que al menos permiten la sobrevivencia.

Las ciudades eran sitiadas, y la gente moría por hambre o enfermedad, o asesinada. La frase prohibida había dejado de serlo, porque en realidad ya no tenía necesidad de prohibirse. Los líderes ya no conversaban entre ellos. Ni lideraban. Solo peleaban.
Pero la gente que peleaba en nombre de los líderes también tenía el virus de la estupidez, y las guerras se hicieron infinitas, tóxicas, tramposas y amorales…o así me fue contado.
Luego llegó el verdadero final del Homo Sapiens. Luego del Año de la Estupidez llegó La Era de la Estupidez, de la cual aún no salimos. Su comienzo, dicen, lo marca el nacimiento  del Homo No Sapiens.  

Y el final del ser humano racional, tal como se lo conoció, está de algún modo relacionado con la Frase Prohibida que dejó de prohibirse.

En el Apocalipsis de la Razón, como se lo llamó en principio, se confirmó la causa verdadera del virus de la estupidez. La pérdida del Conocimiento, de la Sabiduría.
He oído que fue porque el Homo Sapiens se había acostumbrado a una realidad concebida  solo para la supervivencia de algunos. Y que así, el propio sistema carecía de Moral. No entiendo bien que significa esto, pero al parecer, los creadores y sustentos de esa realidad fueron engullidos por su propia creación. En el Final del Homo Sapiens se perdieron los matemáticas, las vacunas  y sus creadoras, las ciencias, la tecnología se volvió obsoleta porque los técnicos dejaron de comprenderla, y en el final, ya no había siquiera energía con que alimentarla.

Llegó un momento, creo, en que los seres humanos ya no podían tolerarse ni coexistir en pareja. Aquello que los unía ya no existía. Aquello que se nombra en la frase prohibida. Aquello que pertenecía a aquel que asemejaba la Moral Humana:

“Por el Amor de Dios”

Así decía la Frase Prohibida.
No sé qué es o significa Dios, ni que provecho trae aquello llamado Amor. Pero sé, porque así lo dicen los más ancianos, que cuando estas palabras fueron prohibidas, aún se podía contar el tiempo, se sabía cuántos días formaban un año, y que era el siglo XXII.
El virus de la Estupidez nos dejó vacíos e indefensos. 

En las Aldeas las enfermedades brotaban, arrasaban y se multiplicaban, y cuando no, llegaban animales o simplemente era la naturaleza quien se encargaba de nosotros.
Cuando conseguíamos sobrevivir y alimentarnos con regularidad, igual no podíamos librarnos de las peleas entre los hombres, usualmente a muerte.
Cuando aún no crecían pelos en mi rostro abandoné la aldea en que nací. 

Deambulé de aldea en aldea, evitando disputas, intentando comprender, y sobrevivir. Ya llevo muchas noches sin ver a nadie. Por suerte cada despertar me ha sorprendido con el fuego aún vivo, porque temo olvidar cómo encenderlo.

6.5.11

Realidad Bipolar // Nosotros Los Tontos


Realidad Bipolar I

Nosotros Los Tontos


El problema es que no sabemos compartir la verdad.
()
Ahora, que todo es causa y efecto,
Que el bien, la ética y la moral
Son igual vistas que todo lo nacido del mal,
Que héroes y villanos
Usan el mismo modo de matar…
()
Esta realidad sin sentido, sin opciones
Que parece una trampa unidireccional,
No es más que la irrefutable prueba de nuestra estupidez.
()
Nosotros los soñadores tontos
Esculpiendo con perfección y apremio
Cada una de nuestras pesadillas.
()
Nosotros los tontos que todo permitimos azorados ante el descaro ajeno.
Los tontos descarados e irrespetuosos, sordos y chillones, invasores invadidos…
Nosotros los tontos asnos que trotamos tras una zanahoria imaginaria
Los sabios tontos que imaginan y venden esa zanahoria para mendigar una caricia fría al propio ego.
Nosotros los tontos que buscamos el ángulo del círculo vicioso.
Ellos los tontos, ustedes los tontos, todos tontos…y nadie verdaderamente sabio que nos saque de este embrollo,
Nuestra diaria realidad bipolar.

15.4.11

Micro y Macro Cosmos // Inconsciencia

Micro y Macro Cosmos III

Inconsciencia


La maldad es una acentuación exclusiva de la especie humana,
Un producto o consecuencia del miedo propio.
Nuestro.

()

En una ecuación conmutativa, trasladamos nuestros temores y los transformamos en el mal inerte, virósico, que habita el planeta, que usurpa las almas de nuestros congéneres, y produce el germen de la desconfianza.

()

La polución más peligrosa que envuelve las ciudades y hace el aire irrespirable, es la contaminación de nuestra imaginación.

()

Es inútil buscar con nuestro índice alguien a quien trasladar la culpa.
Es contrapoducente porque así fue que se alimentó tanta desconfianza.
Es más simple velar por Uno Mismo.

()

Decidiendo, escogiendo,
Tomando posición.
Implicándose y ejerciendo la libre elección.

()

El futuro brillante que cada Uno aguarda, no será forjado por una sola persona, o un solo acto.
Será la suma de todas las voluntades.
Lo primordial para uno es encontrar la suya.

()

Las hormigas recolectan los recursos necesarios para pasar el invierno, sin deficiencias de alimentos. No conocen números ni  cálculos.  Sin saber su significado, son eficientes porque administran su eficacia. De manera natural, instintiva.
No conocen la hambruna, ni pelean por sus propios recursos.
Se comportan como una especie armónica y coordinada,
Honrando y haciendo valiosa su propia existencia.

 ()

La realidad es una arcilla maleable. El presente que nos rodea, es nuestra propia creación.
El sentido de todos los seres es imprimir el sentido, exhibir una intención, señalar la propia dirección, elegir un camino, y que cada acción de Uno glorifique su independencia individual.
El toque particular o personal en nuestras acciones, solo surge al decidir por Uno Mismo.
Siendo coherente con los propios valores.

()

La carencia de coherencia trasmite en nuestros propios actos, la ausencia de nuestra conciencia.
Ante la falta de conciencia, el timón queda sin timonel, y nuestras decisiones se ejecutan inconscientemente.
Y así, sin brújula, quedamos atrapados en nuestro propio círculo, como hamsters caminamos en una rueda que no conduce a ninguna parte.

()

Si uno no decide su propio Norte, no encontrará brújula  alguna que señale su camino.

()

Ante el libre albedrío, nos mostramos siempre indecisos…y nuestra incertidumbre será la inconsciencia con que edificaremos  el mañana.

10.4.11

Micro y Macro Cosmos II // Voluntad

Micro y Macro Cosmos II

Voluntad

La Fuerza de Voluntad
Debe Usarse Siempre con Sabiduría, y solo Sabio es
Aquel que fue antes usado por su propia fuerza.
Siendo Uno comprensivo con sus propias limitaciones
Y respetando siempre por igual, sin posibilidad de discriminar.
()
La suma de todas las voluntades, es el guión que seguirá el destino para poner en escena los días por acontecer.
Uno no debe restar.
()
Si la Fuerza de Voluntad no se comprende como una ley Cósmica,
Natural y previdente,
Significa que Uno aún no está preparado.
()
A diario se exhibe
Como destino inevitable o casualidad innata
Soplando como brisa refrescante o cegando como tormenta de arena.
Cuando una mosca se acerca volando a tu comida, y sobrevive con bravura a tus ataques repetidos,
 O la mascota se echa a nuestros pies para dormir plácidamente, lo hacen por propia voluntad.
()
Negar la voluntad de un ser, no impide que nos afecte.
Aceptarla conduce al mutuo respeto.
()
Cuando caminas sin mirar a las palomas que se agolpan en las plazas,
Haciendo uso de toda su valentía para afrontar  el pánico a los gigantes inconscientes,
Caminantes
Sin saber
Ignorantes de tanto
Insensibles a su propio vacío.
()
El Inconsciente es aquello que está y Uno aún no ha descubierto.
Ante la voluntad del vendaval, se exhibe la férrea voluntad del árbol por no ceder.
()
Suena el despertador, te levantas de tu cama, y aún no sale el sol.  Abres el grifo, el agua tarda lo suficiente en calentarse para darte tiempo a orinar. En treinta minutos estarás anudando tu corbata o delineando tus ojos frente al espejo del ascensor. Trescientos metros después bajarás por el cemento de las escaleras de dos escalones en dos, porque ya te has retrasado ciento veinte segundos. Al llegar a la oficina, sentirás náuseas, pero equivocado, supondrás como siempre que no debes beber el café con leche con tanta prisa.
()
Lo único que ha demostrado la capacidad de raciocinio en la especie humana es su incapacidad de hacerla útil por el bien común.
()
Es tanta la confusión y el caos reinante, que nos hemos visto superados por nuestras propias creaciones.
Los sistemas nos han terminado gobernando, esclavizando a sus creadores.
Creamos palabras para encerrar conceptualmente el engaño y la ceguera en que caímos.
Dogmas que como cadenas, nos robaron Voluntad.
()
Hemos perdido la cuenta,
Los números son mayores que nuestra capacidad para comprenderlos
Los inventamos para nombrar nuestros dedos, y ahora ya no podemos evitarlos.
()
Sin embargo, todo es un problema de perspectiva, de visión.
Existe la posibilidad que vivas bajo la perspectiva estrecha que da el apego, tener la propiedad de un objeto, y sentir que nos fue dada por propio derecho.
()
La otra posibilidad es comprender que Todo adquiere o tiene una voluntad propia, expuesta o no.
Que es el desapego, solo el fin de la sincronía.
Que lo bello es disfrutarla, porque para eso se coloca a nuestro alcance,
Seguramente comprende una enseñanza que solo para Uno es.
()
La Verdad,
La Razón,
No tienen dueño.
No son propiedad de nadie.
()
Acércate al mar y observa el oleaje. Cada gota que arriba en ese momento a la orilla, inició tal vez su viaje mucho antes.
Cada decisión tomada es una gota de agua que en su futuro arreciará como oleaje.
No puedes controlar cuándo ni cómo.
Solo puedes ayudarte de la experiencia del océano, que juega rítmicamente, acicalando las costas.
Ser pausado y seguro, variado y expeditivo,  particular y continuo como el oleaje marino.
Alguna vez has visto un océano atrapado en la incertidumbre de no ser, de olas ausente?
()
Hay un momento para decidir, y luego  ya no es Uno quien decide ni siquiera el momento.

7.4.11

Micro y Macro Cosmos


MICRO y MACRO COSMOS

Todo se mueve en círculo.
Movimiento repetitivo.
Si aún no has llegado al punto de partida, recuerda que en algún momento lo harás.
Eso no es todo.
Debes saber que nunca el momento será,
Aquel que tú quieras que sea.
Ni el tiempo fluirá como quieras.
()
Extraño y caprichoso puede parecerte el designio, pero poco le importa tu adjetivación.
Nada es casual.
Solo puede parecer desconocido y ser incomprendido.
La ignorancia nace dentro de uno y se licúa con el tiempo.
()                    
La sabiduría cósmica aplaca nuestra ignorancia, reconduce nuestra duda, y erosiona los temores.*
En círculo.
()()
Hay una opción
Cambiar el círculo, si se ha tornado vicioso.
Para ello, debe romperse.
Implosionar. Con uno dentro.
()()
Aunque muchas veces maldecido, el  círculo es la contención cósmica que nos retiene protegidos.
Es importante comprender que para cada ser existe un círculo personal.
Perfectamente creado para la ocasión.
El fin de todo círculo es limitar el campo de acción.
()()
El fin de cada uno debería ser superar el propio Horizonte.
()()
La sapiencia cósmica ha limitado a cada especie
Irónicamente nuestro cubículo físico también es circular…
()()
Un planeta.
()()()
La última contención de la Humanidad tiene una causa.
()()()
Una sola Causa.
Proteger al Cosmos  de nosotros.
()()()
Te has preguntado por qué?